Innovación, biotecnología y formación académica, son los pilares de la reciente construcción.
Con una inversión de 1.200 millones de pesos la Universidad de Caldas saltó a la vanguardia en la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible. Este es el costo de la Planta de bioprocesos para el tratamiento y aprovechamiento de residuos, la primera en su tipo en el país.
La Planta, ubicada en la vereda Tesorito, en la zona industrial de Juanchito de Manizales, es una iniciativa cuya finalidad es favorecer el progreso socioeconómico en Colombia, a partir de la implementación de procesos biotecnológicos en la obtención de productos de utilidad para los diferentes sectores de la sociedad. La infraestructura es un desarrollo del Instituto de Biotecnología Agropecuaria del centro de educación superior.
Lo que se busca con la ejecución de la Planta es generar en primera instancia un cambio mental referente a la imagen que se tiene sobre lo que es basura y lo que no, como lo manifiesta Sandra Montoya Barreto directora del lugar: “Queremos generar un cambio de pensamiento en tanto que los residuos y desechos son riqueza y no basura. Se convierten en ese sentido en materias primas para obtención de productos con valor, que mejoran las condiciones de vida de la sociedad, disminuyendo la contaminación ambiental encaminados hacía el futuro”.
La planta funciona así
Los residuos de desechos domésticos sin clasificar son recogidos diariamente en la Ruta Ambiental acondicionada en las instalaciones de la Universidad de Caldas. Allí un carro recolector pasa por los desechos, los cuales son clasificados por recicladores previamente contactados por la Alcaldía de Manizales. Estos hombres seleccionan el material de acuerdo a residuos alimenticios, papel, latas, vidrios y cartón.
Así mismo el sector industrial toma partido del proceso de recolección donando residuos como capacho de coco, desperdicios de roble, aserrín de madera, cascarilla de café y borra de café (ripio que queda después de colar el café); materiales lignocelulosicos que representan una excelente fuente de energía como nutrientes básicos para los microorganismos y organismos con los que se desarrollan los diferentes procesos.
Posteriormente, los residuos clasificados son transportados a la Planta de Bioprocesos donde son procesados de acuerdo a su pertinencia en las seis unidades de trabajo: Compostaje, fermentaciones sumergidas, fermentaciones en estado sólido, lombricultivo, tratamiento de aguas residuales y cultivo de macromicetos. De esta forma un equivalente a 3 mil kilogramos de residuos al mes son procesados.
Como resultado de los procesos biotecnológicos se obtienen abonos orgánicos (suplementados minerales) para las necesidades de cada cultivo, lombricompuestos, compostaje y sustrato del cultivo de los hongos para la producción de suelos fértiles (artificiales). De igual forma se obtienen prebióticos para la salud humana. En este punto es primordial resaltar el impacto que ha tenido la producción de hongos macromicetos en cuanto a que constituyen una importante alternativa medicinal dadas las cualidades nutricionales y medicinales que poseen, como potenciadores del sistema inmunológico, antitumorales, anticolesterolémicos, reductores de azúcar en la sangre, entre otras propiedades.
La Planta que cuenta con tres bioreactores de tanque agitado para fermentaciones liquidas y tres de fermentación en fase sólida, da la posibilidad al sector productivo de beneficiarse en términos de desarrollo investigativo aplicado a los problemas que le competen, a partir de la ejecución de procesos para el tratamiento y aprovechamiento de residuos sólidos y líquidos de manera que se le de valor agregado a los subproductos (residuo con valor o sin valor) para generar un rendimiento económico.
“Por ejemplo, si una empresa requiere el desarrollo especifico de un producto se pone enfrente del proyecto a un recién egresado o a un joven investigador, un estudiante de maestría o de doctorado, dependiendo de la complejidad del proceso, y se hace el financiamiento entre la universidad y la empresa previos acuerdos de propiedad intelectual”, afirma Montoya.
Briggitte Baptiste, directora del Instituto de investigación de recursos biológicos de la Instituto Alexander Von Humboldt, considera que la Planta de Bioprocesos es la prueba fehaciente de que con inversiones no muy grandes se pueden resolver problemas prácticos a los que todos los días se enfrenta la administración pública y la empresa privada. Aplaude la excelencia de la capacitación ofrecida y el hecho de que exista una conexión directa entre el compostaje y las cadenas productivas, pues como manifiesta: “El compostaje no solamente genera el ahorro del dinero, sino que puede ser la base de una serie de empresas productivas que son motivo de interés para muchos inversionistas”.
Así mismo, la Von Humboldt, es una de las entidades que va a empezar cuanto antes a beneficiarse de la Planta “a partir de construir procesos de aprovechamiento de la biodiversidad, que vinculen la investigación básica y taxonómica que muchas veces no apreciamos lo suficiente, con un proceso productivo al final de la cadena, proceso gracias al cual ganamos todos”, declara Baptiste.
Los estudiantes, principal público objetivo de la Planta, podrán acceder a ella a través de las prácticas de los programas técnicos y tecnológicos de pregrado, como ingeniería de alimentos, agronomía, veterinaria, química entre otros. Así mismo, programas de postgrado, como doctorado en ciencias agrarias y maestrías en sistemas de producción agropecuaria, para la obtención y la producción de valor social, económico e intelectual.